sábado, 16 de enero de 2010

Su casa.



Su casa
su casa
toda mía
casa.

Su casa
entera
toda dibujadita
para no borrarle los sueños
su casa
entera
para abrigarle las orejas
de terciopelo
para dejarle llorar
un rato
el pecho.

Objetos preciados
objetos prestados
de la mía
robados
en el tiempo
del que no encuentra
culpable alguno
de ser
auto-existente
y de encantar
y de ser
la medida distante
de ser la medida.

Su casa
toda su casita de arbustos
como posibilidad
toda su casita de herrumbre
para crear
chiquita para habitarle
los pasillos de la mente
grandotota para comerle el corazón
el corazón de hambre
que se vuelve de piedra.