martes, 23 de marzo de 2010

SOFA. Santiago de Chile, 18 de marzo 2010.


Una noche fui a la SOFA. (Gino Pinto)


No conocía la casa
la casa estaba en la puerta
y en la puerta la salida
un perro ordenaba tazas
con las orejas torcidas
las tablas tenían caras
y las bisagras reía
los vasos y celulares
hablaban de terremotos
de palabras colapsadas
y las vitrinas sin filas
unas pinturas miraban
a unas vigas que dormían
Intentaba despertarlas
esa oscura resonancia
con destino hacia la nada
la Caribe entre sollozos
de las benzodiacepinas…
¡nadie sabía que hacía,
ni hacía lo que sabía¡
sólo observaban con ansias
una cortina de fibra
tapizada de hortalizas
y estaba la tina alegre
pues todos la requerían.
Papelitos y anaqueles
todo el lugar desde arriba
estaba el audio escuchando
las palabras de mi amiga
matizándolas con senos
Que furtivamente
miraban a mis pupilas vacías
un zapato estaba ebrio
el reloj enloquecido
giraba descontrolado
exhalando todo el tiempo
que acontecido no había
de pronto vi un hombre oso,
y a un chiquilín confundido
a quienes acompañaban
dos zombies de gris vestidos
el piso bajo sus plantas
los llevó al final del sitio
el banheiro de los hombres
lo señalaba una mina
unas casacas de cuero
que metidas en sus cuerpos
tenían unas personas
se parecían convencer
que salían del speedway
unas fotos sacaban cámaras
e imágenes portaban niñas
eran estas haditas
de unas muñecas morfinas
que tenían olvidadas
en el hogar su destino
filtraba un tango el aire
y las mentes lo bailaban
con afán interpretable…
todo se vio interrumpido
por unos pocos segundos
en un traslado hasta Broadway
que no permanecería…
para el caso entró un mapuche
que decía ser pirata
Caicavilú lo miraba
y Tren-Tren creyó que el tipo
con su historia terminaba
era un juego de palabras
que tenía en la solapa…
al resolver la partida
tomó la bola el más bueno
eludiendo a una cortina
y a un transeúnte ambulante
pasó un violín por sus manos
luego corrió hasta un piano
y tocando unos acordes
¡gritó! ; celebrando el nombre
de la que estaba en cumpleaños
le puso un estetoscopio
para succionarle el alma
al parecer era broma
pues termino la jugada…
Desarmando la pileta
para escurrirse en el agua
prometiendo ir a un piso
de unos chicos que danzaban
entre los que creyeron estaban;
dos aztecas,un condal,la peninsular
y una diabla…
una cabeza raspada
se internaba por la noche
que le invitó a que pasara
le dijo que no podía..,
que tal vez otra pasada.

1 comentario:

Cristóbal Gómez dijo...

no fui ese día
pero fui la otra vez

jaja

me gustó el poema
te manejas re-biem
con el ritmo

mantienes el tono
hasta el final

como los buenos cantantes

no flaqueas
no güateas (termino chileno)

aguantas hasta el final

aguante!

muy buen poema

bonita técnica
que tienes

tal vez solo instinto

mucho talento

:-)

saludos